"Estudio y composiones espaciales."
(1957-1964)
1957
Óleo sobre papel
36,5 x 13,5 cm
1957
Óleo sobre papel
36,5 x 13,5 cm
1958
Acrílico sobre táblex
120,5 x 122 cm
1964
Acrílico sobre cartón
24 x 18 cm
1960
Acrílico sobre táblex
33 x 24 cm
1959
Acrílico sobre contrachapado
101 x 74 cm
1960
Acrílico sobre cartón
30 x 24 cm
1960
Acrílico sobre táblex
45 x 122 cm
1959
Acrílico sobre cartón
18 x 24 cm
1964
Collage y acrílico sobre cartón
24 x 18 cm
1959
Acrílico sobre cartón
18 x 24 cm
1959
Collage y acrílico sobre cartón
24 x 18 cm
1959
Acrílico sobre tablex
122 x 69 cms
1959
Acrílico sobre cartón
30 x 24 cms
1959
Acrílico sobre táblex
30 x 24 cms
1960-1961
Acrílico sobre tablex
119 x 137,5 cms (cada panel)
1958
Acrílico sobre táblex
13 63,5 x 182,5 cms
1959
Acrílico sobre táblex
119 x 99 cms
1959
Enero
Acrílico sobre cartón
29,5 x 15,5 cms
1959
Acrílico sobre cartón
39,5 x 24 cms
1958
Acrílico sobre tablex
122 x 60 cms
1959
Acrílico sobre cartón
39,5 x 29,5 cms
1959-1960
Acrílico sobre tablex
60 x 79,5 cms
1960, homenaje a la "Güelgona"
Acrílico sobre lienzo
85 x 59 cms
1962, homenaje a la "Güelgona"
Acrílico sobre lienzo
80 x 59 cms
1962, homenaje a la "Güelgona"
Acrílico sobre lienzo
91 x 60 cms
1962
Acrílico sobre lienzo
72 x 58 cms
1960
Acrílico sobre tablex
24 x 19 cms
1960
Acrílico sobre tablex
99 x 59,5 cms
1959
Acrílico sobre tablex
61 x 61 cms
1963
Acrílico sobre lienzo
35 x 24 cms
1960
Acrílico sobre lienzo
130 x 162 cms
1960
Acrílico sobre lienzo
75,5 x 60,5 cms
1964
Acrílico sobre lienzo
55,5 x 38 cms
1964
Acrílico sobre lienzo
55,5 x 38,5 cms
"Estudio y composiciones espaciales."

Parece banal aducir que en este tipo de pintura, en la de Calvo concretamente, está absolutamente descartada toda intención de «trornpe-lóeil». Por tanto, el ámbito o los ámbitos espaciales a los que se hace referencia no puede ser otro que el del plano físico. Si en los tiempos de una espacialidad aérea el problema básico de la pintura pudo ser el de transcenderlo hasta la impenetrable frontera de Velázquez, en el momento actual de la pintura concreta el problema fundamental es el de mante- nerlo en su virginidad. Con toda evidencia la pureza extremada es lo verdaderamente difícil: la pureza extremada del plano absolutamente trascendido o del plano absolutamente respetado. Por eso la pintura de Calvo elude drásticamente una dicotomía del fondo con cualquier elemento a él superpuesto. Ello implica la elusión de la forma cerrada, agente inmediato de una dualidad; la apertura de toda posible neutralización de interdependencia espacial; el establecimiento de conti- nuidades mediante la mutua acción limitativa de las partes...

Hemos ido desde lo general a lo particular y, una vez instalados en el problema personal, comenza- mos nuevamente a avizorar lo genérico. El problema de la pintura de Manuel Calvo es personal en la medida que puede ser aislado su planteamiento. Pero pertenece mucho más al mundo de hoy que a él mismo. Es el problema del establecimiento de un acuerdo en la nueva proporción que ya no conduce a formas ideales —a la belleza o al arquetipo—, que ya ha perdido su vinculación platónica, que se refiere, concretamente, a un problema de concreta extensión.

J. M. MORENO GALVAN
Texto para la exposición en la Sala Darro. Madrid. abril 1961.